A sus 30 años, se autodenomina un creativo de 360 grados. Es egresado de Diseño Mobiliario y Producto por CENTRO, y aunque hoy la carrera se llama Diseño Industrial, su nombre inicial le va mejor, ya que él se identifica más con lo artesanal y no tanto con lo industrial. Desde sus inicios decidió cruzar ese límite y enfocarse en el arte objeto, es decir, cuando el arte se vuelve funcional.
Cinco años después, muchas colaboraciones con marcas (Scribe, Adidas, Absolut Elyx, Dimitri, Sico y Moda in Casa, entre otras); la participación en múltiples eventos destacados de la ciudad como ZsONAMACO, Design Week México, el Abierto Mexicano de Diseño, entre otros; y acreedor de significativos galardones, Rodrigo presume de una sólida carrera, aunque él prefiere describirlo como parte de un proceso evolutivo para lo que llegará a ser en el futuro.
Su creatividad y pasión por la estética las desarrolló desde muy pequeño, decorando su cuarto y más tarde diseñando playeras en la prepa. Siempre estuvo en contacto con distintos tipos de expresión artística, además de que contó con diversos maestros y mentores que impulsaron sus ganas de crear. Actualmente él es ese mentor, una semilla que siembra inspiración al demostrar que todos pueden vivir de su creatividad. Los ingredientes son la clave: talento, pasión y perseverancia. El diseñador reconoce que la suerte es parte de la receta, pero en su caso la atribuye a su trabajo, a dejarse guiar por su instinto y perder el miedo, “un creador requiere de seguridad para compartir su trabajo”.
Su mente nunca se detiene, siempre está pensando en cómo expresar una idea, lo que se ve reflejado en su estética personal: una mezcla de materiales y formas basada en la experimentación e innovación.
Rodrigo es un observador y siempre busca la inspiración de lo que le rodea; analiza la cotidianidad de su día a día para posteriormente plasmarla en sus creaciones, las cuales se caracterizan por su autenticidad y reinterpreta...