Shoot vía FaceTime por Carlos Ruizc Realización: Gerard Angulo
La actriz es una colisión de esa pasión, de ideas creativas, con una determinación impenitente y un trabajo consciente. “Siempre he sido un poco nerd con respecto a mi oficio, quizá demasiado. Con el tiempo aprendí a jugar más y a disfrutar; aunque creo que el rigor es importante.”
Con una gran escuela detrás —estudió Actuación en el CEFAC y posteriormente un posgrado en Teatro Clásico en la Academia de Música y Arte Dramático de Londres, además de varios cursos de Teatro físico—, Irene es una actriz intelectual, casi académica. Ejecuta su trabajo desde un lugar de aprendizaje constante, con disciplina, esfuerzo y labor. “Mi gran maestro de actuación un día me dijo que una cosa era ser una celebridad y otra muy distinta un buen actor, en ese momento decidí ser una buena actriz. Nunca me vi a mí misma como una celebridad, mi objetivo siempre ha sido ser reconocida por mi desempeño; y el ser una ‘estrella’ o ‘celebridad’ creo que se trata de otra cosa, va más allá de hacer un buen trabajo.”
Ella hace esta distinción aun sabiendo que la mismísima Salma Hayek la describe como una estrella internacional. Quizás es humildad, pero también un poco de su misma autoexigencia.
Con Salma trabajó el año pasado en la serie de Netflix, Monarca; narra la historia de una familia mexicana dedicada al negocio del tequila. Irene fue protagonista y Salma productora. “Es una líder nata, es elocuente, inteligente y simpática. Tenerla como guía ha sido muy estimulante.”
Tiempo atrás, la intérprete fue ganadora del Premio Ariel a Mejor Actriz en dos años consecutivos —2008 y 2009—; sin embargo, y volviendo a la humildad, confiesa que hasta hace muy poco comenzó a creérsela y saberse como una actriz que lo ha logrado. En el camino tuvo varios maestros que han sido piezas clave para alcanzar su meta; la actriz menciona a Raúl Quintanilla, Héctor Mendoza y Ana Celia Urquidi, “una productora y directora de casting que por muchos años ha sido una guía importantísima para mí en este medio. Ella siempre me pone en perspectiva y me ayuda a dimensionar por lo que estoy atravesando”.
La perspectiva es muy importante, sobre todo cuando se trata de una profesión en donde la materia prima son las emociones; los actores son como atletas emocionales. “Con respeto a la profesión y al ‘corte’, hay que saber dejar el trabajo en el set. Aunque a veces es difícil.”
Nacida en Londres, Irene creció en un hogar donde la creatividad estuvo presente todo el tiempo; “mi mamá es ilustradora de cuentos infantiles y siempre trabajó desde casa”.
Actualmente, vive en Ciudad de México con su esposo Enrique —bajista de Café Tacvba— y su hija Juliana, en una casa donde reina la creatividad y el talento artístico.
Naturalmente yo le pregunto por la moda, si es algo que considera como otro medio de expresión: “La verdad es que yo descubrí la moda hace apenas unos cuantos años y jam&aacu...