Los gatos han sido durante mucho tiempo los malos de la película, literalmente. Recordemos al odioso Lucifer de La Cenicienta o a los maquiavélicos Si y Am de La dama y el vagabundo. En los cines, el público reía contemplando los sufrimientos de Tom, casi siempre superado por el ratón Jerry, como lo haría luego en la televisión con Silvestre, derrotado una y otra vez por el canario Piolín. Antes, Rudyard Kipling ya había mostrado a los mininos como seres insensibles en su relato “El gato que caminaba solo”, en éste, la gente parecía preferir a los perros y ratones en lugar de los pobres y marginados gatos.
Ya en 1978, el dibujante estadounidense Jim Davis creó al personaje animado de Garfield, un ejemplar obeso, vago, glotón y caradura que…
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Muy Interesante México (Digital) - 1 Issue, Noviembre 2024