1 min.
Editor
María, por su parte, guardaba todos estos acontecimientos y los volvía a meditar en su interior.
– Lucas 2:19
ESTIMADOS AMIGOS:
¡Es un Año Nuevo! No les deseo felicidad, más bien novedad y bendiciones.
No hay nadie leyendo esto que no haya sido afectado, más o menos, por dos años de pandemia mundial, o por algún desastre natural, ya sea temblor, fuego, huracán, innundación. Miremos al año que termina y busquemos los momentos en que vimos la presencia de Dios en nuestra vida y también aquellos en que nos dejamos vencer por el pesimismo, la falta de fe y de esperanza. Sin sentirnos impotentes ante lo que no pudimos controlar, decidamos este año vivir más para los demás, buscando las ocasiones en que nuestro mayor deseo sea mejorar la vida…