››Aunque se busque la tranquilidad rural, hay que reservar un hueco para visitar la capital tirolesa, Innsbruck, con joyas como su célebre Tejadillo de Oro, la Hofkirche (iglesia de la Corte) y varios edificios firmados por Zaha Hadid. Y las vistas majestuosas del Nordkette y el Patscherkofel, por supuesto.
››La cercana Hall in Tirol es una centenaria ciudad de atmósfera medieval, a solo cinco kilómetros de Innsbruck. Entre sus imprescindibles están el Museo de la Moneda (Münze Hall) y la Herz-Jesu-Basilika (basílica del Sagrado Corazón), aunque tampoco puede faltar un café en una de las terrazas que se abren en la plaza del Ayuntamiento.
››Para disfrutar por completo de los increíbles entornos naturales del estado hay que realizar algunas de las numerosas rutas de senderismo que ofrecen los valles de…
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¡hola! Especial Viajes (Digital) - 1 Issue, No. 16019