ENCLAVADA SOBRE LA HIERBA DE LA EXPLANADA QUE DA ACCESO AL MONASTERIO DE CARDEÑA (BURGOS), destaca el breve obelisco que corona la sepultura donde, quiere una tradición, descansan los restos de Babieca, el fiel caballo que cabalgó el Campeador en sus gestas hasta su destierro y que moriría apenas dos años después que su amo. Cuentan las crónicas que, al morir don Rodrigo, fue su criado –un árabe converso de origen valenciano–, quien cuidó de Babieca con especial devoción sin que el jumento, honrando la memoria de su amo, consintiera de nuevo ser ensillado por nadie. Desde tiempos de Alfonso X, el Sabio (1221-1284), se cuenta que los restos de Babieca recibieron sepultura en la entrada derecha del monasterio de Cardeña bajo la sombra de dos grandes olmos. A mediados…
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Clio (Digital) - 1 Issue, No.217